Nuestro barco no es solo una embarcación: es una historia, una tradición y una pieza de artesanía que conecta el pasado con el presente. Construido íntegramente con Roble de Eslavonia, una de las maderas duras más finas y duraderas de Europa, representa el legado perdurable de la construcción naval tradicional.
Este barco es una de las pocas creaciones modernas construidas de manera tradicional, completamente a mano. Fue construido con amor por el padre del capitán, un artesano experto que puso su corazón, alma y décadas de experiencia en cada tabla y junta. Su dedicación ha creado una embarcación que no solo es apta para navegar, sino también una verdadera obra de arte.
A diferencia de los modernos barcos de metal, un barco de madera respira y vive en armonía con el mar. Roble de Eslavonia, conocida por su resistencia y belleza natural, fue elegida cuidadosamente para garantizar tanto su durabilidad como su sostenibilidad. Al preservar los métodos tradicionales, esta embarcación encarna el respeto por la naturaleza y la historia.
Aunque el barco no es un yate de lujo, ofrece algo mucho más significativo: la oportunidad de experimentar el Adriático tal como se ha navegado durante siglos. La calidez de la madera, el crujido sutil de las vigas y el carácter único de una embarcación hecha a mano crean una conexión con el mar que los barcos modernos simplemente no pueden reproducir.
No se trata de un barco fabricado en fábrica, sino de un trabajo de amor, construido desde cero por un hombre con una visión. Ese toque personal se percibe en cada detalle, desde las elegantes líneas del barco hasta su acogedor ambiente. Navegar en este barco no es solo un viaje por el Adriático, es un viaje a una rica tradición de artesanía y pasión.